Resumen: Como resultado de sus contribuciones a la teoría monetaria, Alfred Marshall propuso una
renovación institucional decisiva dentro del sistema monetario: defendió un sistema de banca central con
argumentos más racionales que los de sus predecesores -especialmente Walter Bagehot- y concedió un papel mucho más importante a la autoridad monetaria en el control de la política monetaria (especialmente en la lucha anticíclica). Marshall no contempló el sistema de
banco central como "mal menor", sino como uno superior a cualquier plan basado en la convertibilidad para luchar contra los males de la moneda:
fluctuaciones de su valor y ciclos del crédito. Sus ideas en política monetaria fueron semilla para las de
John Maynard Keynes, y su relevancia sirvió para que las de éste encontrasen el terreno abonado.