Transcripción: El anuncio de su venida, querido Darío, me ha alegrado mucho y dejo para cuando nos veamos el hablar de unas y de otras cosas. Por ahora he de decirle que los primeros días del mes que viene he de estar ocupado en ex menes y sin poder disponer de todo el día y después de esto, que durar ocho ó diez días, voy a Cáceres por cinco
ó seis, un certamen regional pedagógico. Lo mejor es, pues, que cuando piense venir me avise para que nos pongamos de acuerdo y coincidamos.
De usted hablé mucho con Ricardo Rojas que pasó aquí tres días y est ahora en esa?. El le dir de esta dorada y apacible Salamanca.
Yo ando algo displicente ? Su compañía me vendrá bien.
Muy de veras es suyo
Miguel de Unamuno
Transcripción: Madrid 17 de Junio 1908.
Particular.
Sr Don Miguel de Unamuno
Salamanca.
Mi querido amigo:
En medio de un maremagno de ocupaciones y de molestias he mogrado leer su último libro que me ha encantado por la sinceridad de espiritu en Vd habitual y por la manera llana y clara de decir las
cosas.
El libro es de intensidad y transcendencia para los que estudian su alma. Yo hubiera querido que Vd entrase màs en lo fisiologico para la explicación de su temperamento, desde luego de ninguna manera me refiero à que hubiese Vd repetido las cochinadas de Ruseau; pero nuestra fisiologia, indudablemente explica nuestra mentalidad y nuestro carácter, sobre todo en los comienzos de la formación de la personalidad. (¿?) Benvenuto, à quien yo admiro muchisimo, no descuida esos detalles en muchas partes de su “Vida”.
Ahora pienso irme à pasar el verano à alguna orilla de mar. Dejarè à Vd pues mi visita para el Otoño.
Le envia un saludo cariñoso su amigo de veras
Rubén Darío
Presentación: Carta manuscrita en papel de La República de las Letras
Transcripción: Sr. D. Ruben Darío
Madrid
Muy Sr. Mio y de mi ?? mas distinguidas: tengo el gusto de presentarme á usted, el gran poeta del habla castellana, con un libro en que hay pocas poesias, y cortas, en que he puesto todo mi corazon. Creo que esto es una recomendación para hablarle á usted, hombre
que siente tanto que dice cosas tan bien, siempre sublimes.Los que son poetas ó tienen un poco de poetas, ??, no, sino que dicen la verdad, porque dicen lo que sienten. Unamuno dice que no hay poeta que no sea mentiroso.
Como Director de la Revista La Republica de las Letras, que va á aparecer, le escribo, como tambien en nombre de mi colaborador en la Dirección Sr. Lopez Moya, para pedirle una de sus poesias inéditas ó ya publicada, que figurará en una sección que vamos á titular “Las grandes figuras literarias de España”. Un periódico de nuestra dirección va á ser algo de lo que fué La Republica de las letras, si ustedes nos ayudan, como esperamos.
Vamos á demostrar que los levantinos queremos hacer algo bello. No somos, algunos de los que escribimos, como esos señores que no hicieron para que se celebrase el Congreso de la poesia en Valencia.Ustedes los poetas hubieran ??vado demasiado á la Valencia actual.
Le remito mi libro “Brisas leves” y tengo el gusto de estrecharle la mano
Miguel Moreno aranda
Espero contestación
Su casa: calle Guerrero, 12,3º.
Presentación: Copia de carta mecanografiada a la que le faltan dos fragmentos: uno en el ángulo superior; otro en el ángulo inferior. Ambos, situados en el lado derecho, no afectan al texto
Observaciones: Carta encuadernada en libro de copias
Transcripción: Sr Ministro:
Con la muy respetable comunicación de V.E. fechada el día de ayer
he tenido el gusto de recibir la carta del Sr Don Crisanto Medina de la función de Enviado Extraordinario y Minitro (sic) Plenipotenciario de Nicaragua ante la Cort (sic) de Su Magestad (sic) el Rey de España lo mismo que las que me acreditan con el caracter (sic) de Ministtro (sic) Residente en la dicha Corte.
Al acusar a V.E. recibo de las expresadas comunicaciones, me es grato suscribirme de V.E. con muestras de particular consideración muy atto S.S.
Excmo Sr D. J. Dolores Gamez
Ministro de Relaciones Exteriores
Transcripción: 3 rue Corneille.
París 9. Oct. 1907
Mi querido amigo,
Mucho me satisfizo su gentil carta del 26 del pasado. Creo que con quince días pasados con V. estaríamos completamente de acuerdo en todo. Esto no lo puedo realizar por ahora. Estoy al partir, de un momento
a otro, para Nicaragua. Creo que el viaje, un viaje de 3 meses, me hará mucho bien. Y me quitará un poco el asco (¿aseo?) del París “gente”, y otros parises que hay en este París encantador. El terruño, repito, me hará bien.
No le escribo ahora mas largamente, porque estoy en mil preparativos de viaje, y con otras inquietudes íntimas que no me dejan punto de reposo.
Hasta la vista, pues, mi querido amigo, y gracias por su libro de poesías, del cual he de decir en breve lo que todavía no he visto nadie haya dicho. Le advertiré que los salmos, han sido para mí de un gran alivio moral.
Muy suyo,
R. Darío
Transcripción: 3, rue Corneille
París 5 sept. 1907
Mi Querido amigo:
Ante todo, para una alusion. Es con una pluma que me quito debajo del sombrero con la que le escribo. Y lo primero que hago es quejarme de no haber recibido su último libro. Podrá
haber diferencias mentales entre V. y yo, pero jamas se dirá que no reconozco en usted – sobre todo después de haberle leido en estos últimos tiempos – á una de las fuerzas mentales que existen hoy en España, sino en el mundo.
Mas yo quisiera también de su parte alguna palabra de benevolencia para mis esfuerzos de cultura. Yo nunca diría que V. había sido tomado en serio en ningún momento de su carrera humana, porque los que nacen para dirigentes en las naciones son siempre, por desgracia, víctima de lo que hay de mas serio: la influencia de la vida ambiente. Y luego, yo soy uno de los pocos que han visto en V. al poeta. Que le ofrezcan (¿) del sabio y del profesor, no me extraña. Su función universitaria le hace acreedor a ello, y nunca se (¿) desdeñar una mayor cantidad de Cipucia (¿). ¿Mas quién ha de ver en un hombre tal el don de poesía sino los poetas? Y en cuanto á lo que a mi respecta una consagración de vida como la mía merece alguna estimación.
La independencia y la severidad de su modo de ser le anuncian para la justicia. Sobrio y aislado en su felicidad familial, debe comprender á los que no tienen tales ventajas. Usted es un espíritu director. Sus preocupaciones sobre los asuntos eternos y definitivos le obligan a la justicia y a la bondad. Sea, pues, justo y bueno.
Ex toto corde,
Rubén Darío
